A pesar de ser un juego repleto de defectos y al que se le notan las limitaciones de su presupuesto, Vampyr es una de esas raras aventuras que consiguen ofrecernos algo tan único y especial que acaban por dejarnos un buen recuerdo en la memoria, tal y como nos demostró con sus versiones originales para PC, PlayStation 4 y Xbox One. Ahora, al igual que está ocurriendo con otros muchos títulos multiplataforma, la vampírica obra de Dontnod Entertainment se estrena en Switch con una notable conversión que nos permitirá disfrutar de su peculiar propuesta en cualquier parte.
Vampiros portátiles
Lo primero que tenemos que dejar bien claro es que nos encontramos ante el mismo juego que ya pudimos disfrutar hace un año en el resto de plataformas, por lo que no esperéis nuevos contenidos. Tanto la historia como la jugabilidad son exactamente las mismas y no hay cambios ni novedades de ningún tipo, más allá de la posibilidad que nos ofrece la consola de jugarlo en cualquier parte con su modo portátil.
Para quienes no sepáis nada sobre él, comentar que se trata de una aventura de rol y acción muy centrada en la narrativa, la exploración y los diálogos en la que nos tocará encarnar al doctor Jonathan Reid, un cirujano de comienzos del siglo XX que es convertido en vampiro a su regreso a una Londres que está siendo devastada por la gripe española. De esta manera, nos sumergiremos en una historia muy interesante en la que deberemos compaginar nuestra labor como médico con los nuevos peligros del mundo sobrenatural que se ha abierto ante nosotros.
Lo más llamativo es el sistema de decisiones por el que se ha apostado, ya que la inmensa mayoría de personajes que pueblan la ciudad pueden morir a nuestras manos o como consecuencia de algunas de nuestras elecciones, dando al desarrollo del guion mucha naturalidad para hacernos sentir en un mundo vivo y creíble que no deja de evolucionar.
El giro más interesante lo tenemos en que matar a cualquiera de ellos para alimentarnos nos reportará enormes cantidades de experiencia, una cifra que se puede incrementar si dedicamos el tiempo suficiente en conocer a nuestras víctimas y profundizamos en sus trasfondos, por lo que nuestro personaje se hará más poderoso con mayor facilidad. Eso sí, cualquier persona que eliminemos desaparecerá por completo de la partida, hará que los niveles de caos aumenten y puede llegar a cerrarnos el acceso a ciertas tramas secundarias, por lo que escoger con cuidado a nuestras presas y el momento adecuado para acabar con ellas se convierte en algo fundamental. Por supuesto, también podéis optar por no acabar con nadie, aunque esto hará que la dificultad sea mucho mayor, ya que nuestro héroe subirá de nivel muy lentamente.
Por lo demás, y más allá de esta interesante mecánica de decisiones y relaciones, tenemos un sistema de combate muy básico y limitado que arruina gran parte de los momentos en los que la narrativa deja paso a la acción, con unos enfrentamientos insulsos que no consiguen salvarse ni en las batallas contra los jefes.
En lo referente a la conversión para Switch, nos toca volver a aplaudir el trabajo realizado por Saber Interactive, todos unos expertos en esto de trasladar juegos de la actual generación a los circuitos de la híbrida de Nintendo, tal y como nos dejaron claro con The Witcher III: Wild Hunt.
Por supuesto, se ha realizado un buen número de sacrificios gráficos para que funcione correctamente, algo que se nota especialmente en la resolución y las texturas, así como en un número menor de efectos y partículas. La distancia de dibujado tampoco se ha librado de recortes y ahora es más frecuente ver a determinados elementos cargando de repente a medida que nos acercamos a ellos, pero, por lo general, se ve y se mueve de forma aceptable, manteniendo la fantástica ambientación de la obra en todo momento.
Al igual que ocurre en otros productos similares, el pequeño tamaño de la pantalla ayuda a disimular muchas de sus carencias técnicas, permitiendo su disfrute sin mayores problemas… siempre y cuando juguéis en algún sitio que no esté demasiado iluminado, ya que es un título tan oscuro que los reflejos casi no nos dejan ver nada a poco que haya algo de luz, por muy subido que tengamos el brillo. Sobre su rendimiento, comentar que no siempre consigue mantener las 30 imágenes por segundo, ya que sufre algunos bajones más o menos frecuentes que, por suerte, no suelen ser demasiado pronunciados.
Por último, decir que contamos con una banda sonora que hace mucho uso de instrumentos de cuerda y que ayuda a ambientar muy bien todo lo que sucede en pantalla. Los efectos son simplemente correctos y el doblaje inglés (los textos están en español) cumple con solvencia su papel de dar vida a los personajes.
Conclusiones
Como ya hemos dicho en otros casos similares, Vampyr en Nintendo Switch es una interesante opción de compra para aquellos jugadores que todavía no hayan disfrutado de su propuesta y tengan pensado aprovechar sus capacidades portátiles, ya que es donde radica su mayor atractivo y su principal factor diferenciador. En cambio, si vuestra intención es jugar en el televisor, nuestra recomendación es que apostéis por cualquier otra versión para disfrutar de su apartado técnico y de su magnífica ambientación en todo su esplendor.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Koch Media.
